Seguidores

martes, 30 de enero de 2018

Arlequín harto de su eterno carnaval



Este disfraz de mí que me eterniza
en arlequín romboide y tarambana
arrancarme quisiera una mañana
de un miércoles cualquiera de ceniza.

Y hacer en la Cuaresma advenediza
borrón de mi fracaso, cuenta ufana,
restar la pudrición que me agusana
de esta parte de mí que me esclaviza.

Mi eterna condición carnavalera,
mi ahíto corazón de alma inmoral,
rendir, y mi calzón y mi camisa.

Ser yo, no siendo yo, sino cualquiera
que me preste su traje de mortal
y que cambie mi mueca por su risa.

©j. quesada, de la fotografía y el texto

4 comentarios:

  1. Pepe; me ocurre algo especial con los rostros pintados en carnaval. Me detengo a mirarlos cual si fueran estereogramas y logro ver, debajo de los emplastos multicolores, hasta lágrimas...Curioso, no? Beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Toda máscara oculta alguna verdad. Besos.

      Eliminar
    2. No sé hacer crítica literaria pero me parece perfecto con versos muy logrados.

      Eliminar
  2. Amigo Pepe, me gusta eso que dices como quien dice, pero queriendo decir. Enhorabuena

    ResponderEliminar